top of page
Foto del escritorS.D.Esteban

La estantería

El padre y la hija mayor han ido a comprar por la mañana los tablones para la estantería, mientras la madre y la hija pequeña jugaban fuera de la casa después de dejar la comida preparada. Luego, bien entrada la tarde, el padre se ha dedicado a montar los estantes en el dormitorio que comparte la familia. Siete baldas para cuatro personas; habrá sitio de sobra para colocar las cosas de cada uno y tenerlo todo algo más ordenado en una casa tan pequeña.


Ya casi a la hora de cenar, el padre llama orgulloso a la familia para que observen el trabajo realizado y casi inmediatamente comienza la repartición de estantes.


- Yo quiero éste – dice la madre indicando el que le queda más a mano.


- ¡Vaya! ¡Justo el que había elegido yo! - exclama el padre sonriendo a su esposa.


- De acuerdo, pues yo el de abajo; no hay problema – contesta cómplice y comprensiva la mujer a su marido.


- Bueno. No pasa nada. Yo me quedaré el de arriba. Quédate tú el que has elegido -dice sonriendo el marido a su mujer.


En ese preciso momento entra corriendo la hija pequeña a la habitación y el padre le pregunta:


- Alba, ¿tú qué estante quieres?


- Yo éste – dice la pequeña ilusionada señalando el estante que la madre había elegido unos instantes atrás.


- Ése es el de la mamá. Elige otro – exige el padre.


- Es que yo quiero éste. - insiste la niña volviendo a señalar el estante de la madre- No quiero agacharme para coger mis cosas… - protesta la que apenas mide un metro y treinta centímetros.


- De acuerdo. Elegiremos de mayor a menor. Éste es el mío – dice el padre señalando el segundo estante más alto- Éste el de la mamá – indica poniendo la mano en la balda que había elegido la madre en un principio- Emma, ¿tú qué estante quieres?- pregunta el padre a su hija adolescente.


- Bueno, si lo hacemos de mayor a menor... ¿no debería elegir yo antes que mamá porque yo soy más alta?- pregunta la hija mayor con media sonrisa desde el fondo de la habitación.


Los padres se miran inquisitivos hasta que la madre responde:


- No. Lo hacemos por orden de nacimiento; no de altura. A ti te corresponde elegir en tercer lugar.


La madre sonríe dicharachera y triunfal. No desea perder su estante. Sabe que es una tontería; una nimiedad. Sin embargo, no desea ceder en este asunto. Reconoce que puede parecer egoísmo, pero no lo es en absoluto. Es sólo un reclamo del lugar que le pertenece; de su sitio; como si necesitara recordárselo a ella misma, porque sabe que en demasiadas ocasiones, mucho más importantes que ésta, ella elegirá para sí misma el último lugar.

41 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo

1 Comment


beaolis
Nov 19, 2020

Me encanta que el personaje de la madre se plante por una vez... la dinámica de una familia bellamente expresada😍😍😍

Like
bottom of page