Oriol recorre las calles con una rosa y un libro en su mano camino de casa para entregárselo a su amada pareja y cumplir así con la tradición. Le gustan las tradiciones. Su familia le ha enseñado a apreciar el valor de las mismas. Casi en cada esquina puede ver como recogen los puestos de libros y flores; como Barcelona se va quitando las galas que ha vestido durante todo este precioso día.
Mira el libro que le va a regalar y piensa que le hubiera gustado llevarle de la mano y detenerse a mirar los libros en cada uno de los puestos. Le hubiera gustado camuflarse entre la gente y el bullicio y disfrutar juntos este maravilloso día. Besarse sin que nada más importara. Demostrarle todo su amor...
Cuando llega a casa y abre la puerta, todo está a oscuras. Oriol enciende las luces y se dirige a la cocina. Allí, sobre la mesa, tiene la cena preparada y un libro con una rosa encima. Bajo la rosa hay una nota que Oriol lee: “Lo siento; ya no puedo esperarte más. Para seguir juntos necesito que puedas sentirte orgulloso de mi y de nuestra relación. Cuando te sientas preparado, ven a buscarme. Te quiere, Jordi”.
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