Suena el despertador. Son las cuatro de la mañana.
Amancio presiona el botón de la alarma del despertador situado sobre la mesita de noche.
Tres golpecitos: uno, dos, tres.
Se levanta y se da una ducha rápida.
Después de limpiar la mampara de la ducha, da tres golpecitos al mando del agua caliente.
Uno, dos, tres.
Se viste.
Se toma el café con leche de la mañana y deja el vaso dentro del fregadero.
Uno, dos, tres.
Se lava los dientes.
Después limpia el lavabo y da tres golpecitos sobre el monomando.
Uno, dos, tres.
Coge su maletín y sus llaves.
¡Ya está listo para salir hacia el trabajo!
Abre la puerta y vuelve a cerrarla.
Lo repite dos veces más.
Uno, dos, tres.
Acto seguido deja el maletín y las llaves sobre la mesita del recibidor, vuelve a su habitación y se tumba en la cama.
Presiona de nuevo el botón de la alarma del despertador tres veces.
Uno, dos, tres.
Se levanta y se da una ducha rápida.
Después de limpiar la mampara de la ducha, da tres golpecitos al mando del agua caliente.
Uno, dos, tres.
Se viste.
Se toma el café con leche de la mañana y deja el vaso dentro del fregadero.
Uno, dos, tres.
Se lava los dientes.
Después limpia el lavabo y da tres golpecitos sobre el monomando.
Uno, dos, tres.
Coge su maletín y sus llaves.
¡Ya está listo para salir hacia el trabajo!
Abre la puerta y vuelve a cerrarla.
Lo repite dos veces más.
Uno, dos, tres.
Una vez más, Amancio vuelve a dejar el maletín y las llaves sobre la mesa del recibidor…
Finalista en la XXI edición del Festival de Narración, Verano de cuento.
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